1. Batman (DC Comics): El hombre murciélago (creado por Bob Kane y Bill Finger) es un ídolo de todos los tiempos. Su vida oscura se debe principalmente a que mataron a sus padres cuando era niño. Para vengarse de quienes lo dejaron huérfano, adopta la identidad de un murciélago y se somete a un entrenamiento físico y mental, para luego convertirse en el vigilante nocturno de Ciudad Gótica. A la luz de todos, solo es el millonario Bruno Díaz. Sus mejores versiones cinematográficas vinieron de la mano de Tim Burton (Michael Keaton, a fines de los ochenta) y Christopher Nolan (con Christian Bale, en la última década). ¿George Clooney? Paso…
2. Superman (DC Comics): Lo tenía todo. El ‘hombre de acero’ contaba con una fuerza extrema, agilidad, velocidad, podía lanzar rayos a través de los ojos, volaba, y todo por pertenecer al planeta Krypton. Creado por Jerry Siegel y dibujado por Joe Shuster, lo único que no era tan viril en él era su ceñido traje azul y sus calzoncillos rojos por fuera (alusión a los colores de la bandera de EE.UU.) Más allá de esto, fue otro grande de las historietas. En el cine, jamás pudimos separar la imagen del eterno amor de Luisa Lane del actor Christopher Reeve.
3. Spiderman (Marvel Comics): Ideado por Stan Lee y Steve Ditko, el Hombre Araña es uno de los personajes más apasionantes de la historia de los cómics. Su existencia se matiza con detalles como este: es un joven científico de laboratorio que se convierte en un superhombre de inigualables cualidades físicas que combate el mal trepando rascacielos y lanzando telarañas. Pero el arácnido no podía ser menos romántico: muchas veces arriesgó el pellejo por salvar a la dulce Mary Jane. Spiderman permanece como la principal cara del Universo Marvel.
4. Ironman (Marvel Comics): Otro capricho del genio Stan Lee. Tony Stark, a diferencia de los anteriores superhéroes, es toda una estrella mediática. Es inteligente, bueno para los negocios y él lo sabe, acaso por esto sea el superhéroe Marvel más antipático de todos. Y cuando viste la armadura que el mismo creó, no hay quien lo detenga. ¿Los motivos? Poderes proporcionados por la armadura fabricada por una aleación de distintos metales: vuelo, superfuerza, rayos de energía o rayos repulsores, diversas armas de fuego, láser táctico, campos de energía, generación de pulso electromagnético, transformación de energía cinética y calórica en energía eléctrica, resistencia frente a fuertes impactos. ¡No lo enfrentes!
5. Capitán América (Marvel Comics): Uno de los superhéroes con mayor contenido histórico. Fue creado como un elemento propagandístico durante la Segunda Guerra Mundial, donde representó a una América libre y democrática que se oponía a una Europa imperialista y guerrera. A través del ‘suero del supersoldado’, adquirió un cuerpo atléticamente perfecto y todas sus capacidades físicas (fuerza, velocidad, agilidad, destreza) fueron aumentadas hasta el máximo. A lo largo de los años desarrolló una técnica y habilidad inigualables en el uso del escudo que porta. Además, contaba con un organismo inmune a gases venenosos o a toxinas como el ántrax, la viruela y el VIH. El mismo Hitler lo sufrió.
6. Wolverine (Marvel Comics): “Soy el mejor en lo que hago, pero lo que hago no es muy agradable”, era el eslogan de las historietas del este felino superhéroe mutante, cuyo nombre real era James Howlett. En un crudo episodio de su niñez, en el que mueren sus padres y donde él asesina al malvado Thomas Logan (su verdadero padre), muestra por primera vez sus garras de hueso. Guepardo, más tarde, manifiesta sus poderes regenerativos que pueden curar cualquier herida, por mortal que esta sea, aunque con el pequeño detalle de proteger su mente, olvidando todo efecto traumático que le ocurría. Con todo esto, Wolverine era un ser prácticamente inmortal e indestructible.
7. Flash (DC Comics): Se trata del único superhéroe cuya sola habilidad era la velocidad sobrehumana. Barry Allen, un policía estadounidense, es la versión acaso más recordada del superhéroe por su versión televisiva (con John Wesley Shipp). Su vida sufrió un giro total cuando se bañó en desconocidos químicos gracias a la caída de un rayo. Así, se convirtió en “El guerrero escarlata”, combatiendo el mal con su supervelocidad y reflejos sobrehumanos. A pesar de los años, muchos adultos y jóvenes todavía recuerdan con cariño a Flash, también un miembro importante dentro de la Liga de la Justicia.
8. Wonder Woman (DC Comics): Fuerte, espectacular e irresistible, además de sorprendernos con sus interminables batallas por la justicia, conquistó a todos los lectores de cómic con su menudo vestuario (siempre en alusión a los colores del Tío Sam), desde que nació en 1941. Obra de William Moulton Marston, la princesa Diana de las Amazonas empezó su seguidilla de historias épicas salvando a los mortales del nazismo. Anécdotas aparte, todos nos quedamos con aquella belleza salvadora encarnada por Lynda Carter, en la serie “Wonder Women” de los setenta.
9. Hulk (Marvel Comics): El superhéroe más voluptuoso del Universo Marvel fue sin duda “El increíble Hulk”. Nacido por accidente en una explosión de rayos gamma, el genio Dr. Bruce Banner se transforma (cuando lo molestan) en un gigante de piel verde con fuerza ilimitada, poderes regenerativos y resistencia inacabable. Cuando los militares se dan cuenta de la superfuerza de la criatura, empiezan a perseguirlo insistentemente, comandados por el general Ross, padre de su difunta esposa. Una historia de aventuras y grandes conflictos emocionales.
10. Linterna Verde (DC Comics): Si el universo DC tiene que tener un guardián, ese es el buen Hal Jordan, acaso el Linterna Verde más conocido. Él, un experimentado piloto de pruebas, tiene el más preciado don de un superhéroe: no tiene miedo. Eso sí, su uniforme de color verde policía lo hace parte de un contingente de guardianes estelares llamado Green Lantern Corps. Pronto, el tipo con el superpoder más extraño del universo (genera objetos verdes con su anillo y una de sus debilidades es el color amarillo) aparecerá en el cine.